Senator Hotel Viena

La limpieza y decoración, Buena ubicación y transporte público cercano, Desayuno abundante y completo.

Todo estupendo.

Mi esposa, mis dos hijos adolescentes y yo tuvimos una estancia maravillosa en el Senator Hotel. Nos alojamos en una habitación familiar amplia con dos camas individuales juntas y un sofá cama. Las camas eran súper confortables y las sábanas estaban impecables. Además, las habitaciones estaban bien iluminadas y muy limpias. Nos encantó poder utilizar el transporte público justo al lado del hotel, lo que nos permitió desplazarnos fácilmente por la ciudad. valoramos mucho la ubicación, ya que el tranvía nos dejaba en el centro en tan solo 10 minutos. Finalmente, me gustaría destacar los productos de baño, como el jabón de baño, de manos y la crema corporal, que eran de muy buena calidad y olían delicioso.

Recomendaría a todos este lugar.

Mi experiencia aquí ha sido guay. Todo parecía súper limpio, he disfrutado un montón de la ubicación y el personal chulísimos. En una zona rural. Además, el hotel estaba a 4 km de distancia del Museo de Historia Natural de Viena. La habitación tenía un baño lujoso y un climatizador, un minibar y un espacio de almacenamiento.

Es un hotel asequible, me ha gustado quedarme aquí. El desayuno continental era delicioso, había de todo. Había una vista fabulosa, un balcón grande, y una cama genial. La ubicación era perfecta, el jardín era precioso.

Nos alojamos en este hotel y tuvimos una experiencia maravillosa. La ubicación es perfecta, ya que está en el centro de la ciudad en un barrio tranquilo. Además, el tranvía está justo en la puerta del hotel, lo que facilita el desplazamiento al centro en pocos minutos.

Recomendaríamos este hotel a otros huéspedes sin dudarlo.

Un hotel bonito con una ubicación fantástica y habitaciones bellamente decoradas. El barrio Hernals no te decepcionará. Había un hervidor, una caja fuerte y café en la habitación, he disfrutado mogollón de todo. El desayuno abundante...

Había una cama pequeña.

me ha parecido un hotel tradicional, con habitaciones comunes y un personal informativo. hay un montón de cosas en la habitación: una caja fuerte, café y un espacio en el armario. estaba a 28 minutos en coche del aeropuerto.

El hotel se ubica en una zona tranquila y bien comunicada, a pocos minutos en tranvía del centro histórico de la ciudad. Las habitaciones son amplias y confortables, con amenities en el baño, como bodymilk, que agregan un toque extra de comodidad. El personal de recepción es amable y servicial, brindando recomendaciones útiles para explorar la zona centro. Además, hay un supermercado Lidl justo al lado para aquellos que deseen comprar sus propios alimentos.

El hotel no proporciona un servicio de habitaciones adecuado, lo que puede resultar inconveniente para algunos huéspedes.

acabo de regresar de mi estancia en este hotel y tengo que decir que fue una experiencia verdaderamente lujosa. Desde el momento en que llegué, el personal fue increíblemente servicial y amable. Me quedé impresionado por la variedad de comodidades exclusivas que ofrecían, especialmente en la sala de ocio y televisión. La habitación era espaciosa y tenía todas las comodidades exclusivas que esperaba de un hotel de 5 estrellas.

La única pequeña queja que tengo es que la ubicación del hotel no era tan conveniente como esperaba. Aunque estaba a un corto trayecto en tranvía del centro de la ciudad, me hubiera gustado estar más cerca de las principales atracciones turísticas.

Nos alojamos en el Senator Hotel en Viena y tuvimos una estancia agradable. nos gustó la ubicación, ya que estábamos cerca de una parada de tranvía que nos permitía acceder fácilmente al centro de la ciudad. El hotel era nuevo y moderno, lo que lo hacía aún más atractivo. Aunque el desayuno podría haber sido mejor, en general, recomendaría este hotel.

Lo que más me gustó de mi fin de semana en este hotel fue la amabilidad del personal de limpieza y lo impecable que dejaban la habitación cada día. Otro aspecto positivo fue la excelente conexión con el transporte público, con una parada del tranvía a pocos metros del hotel. Además, me encantó poder utilizar de forma gratuita el ordenador y la impresora que había en el vestíbulo.

Lo que menos me gustó fue la actitud antipática y poco comunicativa del personal de recepción. Además, el wifi tenía una cantidad limitada de megas y la señal no era lo suficientemente fuerte para navegar cómodamente.

Lo mejor del hotel fue la amabilidad del personal, quienes se esforzaron por hacer nuestra estadía lo más placentera posible. Incluso nos consiguieron croissants temprano en la mañana cuando tuvimos que salir antes del desayuno. Además, la ubicación del hotel era ideal, con fácil acceso a los medios de transporte público, como el tranvía, que nos llevaba al centro de la ciudad en pocos minutos. También había un supermercado LIDL cerca, lo cual fue muy conveniente para comprar meriendas.

Nada obvio.

Habitación limpia. Tranvía cerca. Desayuno en Lidl y DerMann cercanos. Buena insonorización. Personal servicial. Mapas y consejos útiles.